lunes, 13 de julio de 2009

Recordando a Metavié Multilovia...

En las nuevas épocas Multilovia se dispersa y tiene muchos corazones para muchos tiempos, tiempos simultáneos, y no importa. "Qué mas da" dice Multilovia.
Multi...Multi. Mucho. Muy multi. Multilovia.
Multilovia es agradable, sí, es agradable. Todos dicen " ...la mejor mujer que pueda tener un hombre"
Que agradable cumplido. ¡Qué descarado cumplido!. Como si Multilovia tuviera muchas vaginas, muchos brazos, muchos ojos, muchas bocas y cerebros. Pues sí, al fin y al cabo es Multilovia.
Multilovia. Que se te grabe el nombre, que se clave como si estar con ella fuese la primera, la única, la última vez. Es ella. Y pobre de ella.
Multilovia según corresponda: capricornio, semilla magnética, la serpiente. Dureza, dureza, dureza. Fértil, femenino, dureza. Malditos horóscopos a los que les hacemos caso. ¿Verdad Multilovia?
¿Multilovia es dura?
Sí, con ella, con todos. Se cansa de serlo y por eso Multilovia se rebaja: " Se rebaja como baratija" dice la madre. A Multilovia no le importa, le encantan los mundos, los muchos mundos. Hay miles. Pero los mundos no son el hombre mas son parte de los mundos. "Y conozcámoslos".
No es tonta. Es astuta. Es jóven, pero vieja como lo sabio, como lo que huele a madera que truena con el frío.
Le importan las estructuras, como lo viejo y lo sabio, y como lo muy de hoy y de mañana...de mañana por el simple hecho de pensar en mañana. Esa estructura: ayer, hoy, mañana. Y que Multilovia no ve, solo los respira con el paso del tiempo.
De repente se encuentra donde no estaba. Y ya no está donde estuvo. Como en un ZAZ!!! de Batman.
Es graciosa la transición cuando no piensas en ella y la evades, cuando luego de un rato saliste del puente. Y todo porque Multilovia tiene miedo. Pero silencio. Tema evadido. Bye bye.
Duerme Multilovia, duerme aunque no tengas sueño. Llora aunque simules no saber porqué llora aunque no lo quieras saber. Llora tres veces, aunque nunca te hayan pasado las cosas tres veces; solo dos. Y con dos es suficiente para darse cuenta que hace falta una tercera para hacerlo de forma correcta. El placer de hacer exacto lo incorrecto...
Lo incorrecto...lo incorrecto, ajá. Sólo dos veces. Es que la vida es corta. Chiquitita. Aunque muy larga para darle cabida a una frustración. ¡Ay, Multilovia!

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