Nada a gusto

Agusto o a gusto; no sé con precisión pero a fin de cuentas incómoda. Ningun lugar me sienta bien. Y tampoco nadie, a ratos... Y esta noche se convirtió en un rato de esos, tan desorientados e insaciables, tan molestos, tan eternos pero veloces, y tan desaprovechados. El típico nudo en la garganta hace presencia, y mi mente esta en ningún lugar volando y buscando donde aterrizar... y nada, no hay tierra firme.

Me permito decir: me llamo Janine, y me gusta mi nombre; ocasionalmente (si no es que muy seguido más que esporádico) lo repito en voz alta queriendo encontrar una esencia en el nombre, una asociación de Janine a mi misma, como de gato a animal felino, peludo y nocturno; como de lápiz a instrumento para escribir cualquier cosa importante o no, de papel a... de viento a... de cemento a... de Janine a...¿?
-Nunca lo encuentro.

Escribo sobre mí misma, porque estoy harta de pensar en los demás y en lo demás, y en mí dentro de todo eso. Escribo sobre mí, porque no tengo cabeza para indagar en otras cosas, mas que en mí, mi entorno, yo no soy de múltiple pensar...o en realidad ya no quiero serlo. Y a pesar de todos los intentos de querer escribir, agradezco a mi poca disciplina y a mi mente de máxima capacidad de procrastinación de mis deseos mayores que ahora me doy cuenta que ya no puedo vivir presionada de ésta manera, de ninguna manera, ya me harté, de pensar siempre para mañana, de sentirme responsable cuando sinceramente no lo he sido, de sufrir las cosas dos veces, una de pensarla y otro por contarla, de darle cabida a frustraciones que me causan un dolor inmenso.
A veces te maldigo violín, a veces? muy seguido.